lunes, 29 de octubre de 2007

Acantilados de Moher

Ayer si que fuimos a los acantilados de Moher. Salimos a las diez de la mañana en un autobus conducido por Desmond, un irlandés bastante mayorcete que, según nos ha contado, lleva 12 años haciendo esta ruta durante seis dias a la semana. Ha ido contando durante todo el viaje la historia de cada uno de los sitios por dónde pasabamos.
La primera parada la hicimos en White Thorn, una cafetería a la salida de Kinvara en la que también vendian souvenirs. Nos pilló una lluvia y un viento de muerte a la salida del autobus, pero enseguida ha parado y hemos podido hacer fotos.
Un poco más tarde pudimos ver el Dólmen de Poulnabrone, de unos 5600 años de antiguedad, construido en el Neolitico, siendo anterior a las pirámides de Egipto o a Stonehenge.
A continuación paramos en Kilfenora, donde hay un cementerio con "high crosses" (cruces altas) que hacen que esta ciudad sea conocida como La ciudad de las cruces. Tienen cruces del siglo XII en una habitación de dicho cementerio con placas explicando la antiguedad de cada una de ellas. Habia lápidas de esa misma época.
Hemos seguido nuestro viaje hasta el destino definitivo: los acantilados de Moher. Conocía este sitio en fotos, pero (como siempre pasa) no tiene nada que ver con lo que uno se encuentra al llegar. Lo primero que notas es viento. Mucho viento. Nos encontramos a unos 200 metros sobre el nivel del mar, pero imaginad cual es la fuerza con la que las olas golpean la costa, que incluso a esa altura el agua salpica. Hace algún tiempo era posible asomarse a los acantilados desde el mismo borde, pero una mujer y un niño cayeron al vacio. Desde entonces decidieron poner barandillas durante todo el recorrido. Unas vistas alucinantes, un viento increible... toda una experiencia.
He de decir que Desmond nos dijo que debíamos estar de vuelta al autobús a las 5 menos cuarto y un grupo de españoles (que ha estado tooodo el dia dando el cante) ha aparecido a las 5 (con toda la tranquilidad del mundo y sin disculparse) con el consiguiente enfado del conductor. Esto ha hecho que algunas personas perdiesen un tren a Dublín.
En el camino de vuelta bordeamos la costa mientras Desmond cantaba canciones típicas irlandesas. Ha sido muy divertido. Ya nos habia hablado de este hombre Alex, un chico catalán que hizo este mismo viaje hace unos dias.
Pasamos un dia muy divertido, aprendimos un montón de cosas y nos hemos dado cuenta de la CANTIDAD de cosas que hay por ver en este pais. Hay tours guiados, pero la mejor manera es alquilar un coche y hacerlo al ritmo de cada uno sin tener que esperar a los (españoles) que aparecen cuando les sale de los huevos.

Podeis ver muchas fotos del viaje aqui.

Al video que pongo hoy le he quitado el sonido porque no se oia nada de nada a causa del viento.

No hay comentarios: